Identificador persistente para citar o vincular este elemento: http://hdl.handle.net/10662/10582
Títulos: Risk factors and protection in teachers
Otros títulos: Factores de riesgo y protección en docentes
Autores/as: Calogero, Iacolino
Ferracane, Giuseppina
Concetta Lombardo, Ester Maria
Isgrò, Rachele
Micieli, Salvatore
Cervellione, Brenda
Palabras clave: Maestros;Inteligencia Emocional (IE);Metacognición;Trauma;Agotamiento;Teachers;Emotional Intelligence (EI);Metacognition;Burnout
Fecha de publicación: 2019
Editor/a: Asociación INFAD
Universidad de Extremadura
Resumen: ANTECEDENTES: la profesión docente se considera una profesión de alto riesgo para el desarrollo de brotes clínicos como resultado de una carga de trabajo excesiva, baja auto-satisfacción, estudiantes o un salario mediocre. Varios estudios han demostrado que una alta capacidad metacognitiva y un reconocimiento emocional pueden influir positivamente en la calidad de vida (Amirian y Behshad, 2016; Iacolino et al., 2018; Iacolino et al., 2019). Por esta razón, la inteligencia emocional y las construcciones de metacognición se han vuelto muy importantes en los últimos años. De hecho, conocerlos puede ayudar a comprender mejor el riesgo de efectos disfuncionales como el "Burnout" y/o el estrés traumático secundario en esta categoría (Kamenetz, 2015; Hydon et al., 2015). MÉTODO: La muestra consta de 338 maestros con una edad promedio de 50,19 (DE=7.91), a quienes se les administró una prueba de batería de autoinforme, como: Tarjeta de registro socio-ad-hoc; Link Burnout Questionnaire (LBQ; Santinello, Verzelletti & Altoè, 2006); Prueba de autoinforme de inteligencia emocional (SREIT; Craparo, Magnano y Faraci, 2014); Estrés traumático secundario (STSS-I; Setti y Argentero, 2012); Escala de cribado de funciones metacognitivas-30 (MFSS; Alaimo y Schimmenti, 2013). RESULTADOS: Los resultados mostraron que no solo existe una correlación positiva estadísticamente significativa entre las dos escalas de metacognición (CDD y CDP) y la inteligencia emocional (p <0.01), sino que también hay una correlación negativa estadísticamente significativa entre la inteligencia emocional y todas las escalas de LBQ (p <0,01). Por esta razón, los datos de la literatura son ciertos (Sprang, Craig y Clark, 2011; Finkelhor et al., 2013). CONCLUSIÓN: En conclusión, el objetivo de este trabajo, que es verificar si la IE y las buenas capacidades metacognitivas podrían considerarse como un factor de protección, para mitigar los posibles efectos disfuncionales como el síndrome de Burnout o el estrés traumático secundario, ha sido confirmado.
BACKGROUND: The teaching profession is considered as a high-risk profession for the development of clinical outbreaks resulting from excessive workload, low self-satisfaction, students or a mediocre salary. Several studies have demonstrated that a high metacognitive capacity and an emotional recognition can positively influence the quality of life (Amirian & Behshad, 2016; Iacolino et al., 2018; Iacolino et al., 2019). For this reason the emotional intelligence and the metacognition constructs have become very important in the last few years. Indeed, to know them can help to better understand the dysfunctional effects risk such as the “Burnout” and/or the secondary traumatic stress in this category (Kamenetz, 2015; Hydon et al., 2015). METHOD: The sample consists of 338 teachers with an average age of 50,19 (SD=7.91), to whom a self-report battery test was administered such as: Ad-hoc Socio-Registry Card; Link Burnout Questionnaire (LBQ; Santinello, Verzelletti & Altoè, 2006); Self- Report Emotional Intelligence Test (SREIT; Craparo, Magnano & Faraci, 2014); Secondary Traumatic Stress (STSS-I; Setti & Argentero, 2012); Metacognitive functions screening scale-30 (MFSS; Alaimo & Schimmenti, 2013). RESULTS: The results showed that there is not only a statistically significant positive correlation between the two metacognition scales (CDD and CDP) and emotional intelligence (p<0.01), but there is also a statistically significant negative correlation between emotional intelligence and all scales of LBQ (p <0.01). For this reason the literature data is certain (Sprang, Craig & Clark, 2011; Finkelhor et al., 2013). CONCLUSION: In conclusion, the aim of this work, which is to verify if the EI and good metacognitive capacities could be considered as a protection factor, in order to mitigate possible disfunctional effects like the Burnout syndrom or the secondary traumatic stress, has been confirmed.
URI: http://hdl.handle.net/10662/10582
ISSN: 0214-9877
DOI: 10.17060/ijodaep.2019.n2.v1.1687
Colección:Revista INFAD 2019 Nº 2, Vol. 1

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