El discurso del odio y el surgimiento de los totaliritarismos en la Europa de entreguerras (1918-1939)

Abstract

Las crisis económicas y las desigualdades sociales fueron el telón de fondo, pero no la causa determinante que explica el auge de los radicalismos y la violencia en la Europa de entreguerras. Esas dificultades que adelgazaron las clases medias e introdujeron gran frustración y desesperanza en numerosas capas de la sociedad coadyuvan a los estallidos de violencia, pero no explican que esa violencia se mantuviera en el tiempo y fuera tan intensa como en el caso italiano, alemán o ruso. En todos los países que estrenaban sistemas democráticos, o que los venían desarrollando desde el siglo XIX, la democracia peligró como consecuencia de estos discursos de odio que pronto llevaron aparejados el uso indiscriminado de la fuerza. Sin embargo, en los países derrotados tras la Primera Guerra Mundial, así como en aquellos donde existía un escaso bagaje democrático, las libertades se vieron especialmente comprometidas. A ello había que añadir un conjunto de fenómenos propios de la Europa de entreguerras que afectaban especialmente a algunos Estados, y que tenían que ver con la existencia de poblaciones desplazadas, tensiones nacionales derivadas de minorías descontentas, instituciones democráticas frágiles y débiles liderazgos.