Identificador persistente para citar o vincular este elemento: http://hdl.handle.net/10662/425
Títulos: Mapa de destino y estudio de vías de señalización en el desarrollo del oído interno de pollo
Autores/as: Sánchez Guardado, Luis Óscar
Director/a: Hidalgo Sánchez, Matías
Rodríguez Gallardo, Lucía
Palabras clave: Oído interno;Mapa de destino;Vías de señalización;Inner ear;Fate mapping
Fecha de publicación: 2013-03-06
Resumen: El oído interno de vertebrados es un complejo elemento sensorial responsable del equilibrio y la audición. El esbozo ótico surge desde una porción del ectodermo cefálico, llamado placoda ótica, la cual se invagina y posteriormente se cierra para dar a la vesícula ótica. En el oído interno adulto de mamíferos, la porción vestibular, implicada en el equilibrio, está constituida por dos máculas y tres crestas. En aves hay dos máculas adicionales. La porción auditiva, la papila basilar en aves o el Corti en mamíferos, detecta los sonidos. La adquisición de todas las competencias del primordio ótico es probablemente el primer paso en el desarrollo del oído interno. Lo primero de todo, la especificación del dominio preplacodal y la posterior determinación de su destino ótico por la inducción de señales desde el neuroectodermo adyacente y el mesénquima subyacente. A continuación el esbozo ótico adquiere su identidad, alcanzando un estado irreversible de determinación celular. Así, el desarrollo del oído interno tiene al menos tres precursores celulares: neuroblastos, precursores sensoriales y precursores no sensoriales. El establecimiento de los compartimentos en el epitelio ótico podría ser esencial para la identificación regional y la especificación del destino celular correspondiente a los dominios de restricción clonal definidos por los límites de dominios de expresión génica. Las diferentes interacciones moleculares las cuales regulan la inducción, especificación, y determinación de los ejes del esbozo ótico, especialmente los ejes dorso-ventral y antero-posterior, han sido el foco de estudio en biología del desarrollo en las última década.
The vertebrate inner ear is a complex system responsible for balance and hearing. The otic anlage arises from a portion of the cephalic ectoderm, named the otic placode, which invaginates and then closes to form the otic vesicle. In the adult inner ear of mammals, the vestibular portion, involved in balance, is constituted by two maculae and three cristae. In birds, there are two additional maculae. The auditive portion, the basilar papilla in birds and organ of Corti in mammals, detects sound. The acquisition of all the competences of the otic primordium is probably the first step in the development of the inner ear. First of all, the preplacodal domain specifies and then determines its otic fate by inductive signals from the adjacent neuroectoderm and the underlying mesenchyme. As the development proceeds, the otic field acquires progressively its identity with an otic fate, finally acquiring an irreversible state of cell determination. Thus, the developing inner ear has at least three cell precursors: neuroblasts, sensory precursors and non-sensory precursors. The establishment of the compartments in the otic epithelium could be essential for regional identification and the specification of cell fate corresponding to domains of clonal restriction and defined by the border of the gene expression domains. The different molecular interactions which regulate the induction, specification, and determination of the otic anlage axes, especially the dorso-ventral and antero-posterior axes, have been a focus of research in developmental biology in the last decade.
URI: http://hdl.handle.net/10662/425
Colección:DABCZ - Tesis doctorales
Tesis doctorales

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