El sistema de ventas y régimen de arrendamientos de tierras en Cáceres en el siglo XVI

Abstract

Las escasas ventas de tierra que se producen en el siglo XVI, se refieren a tierras de pequeña extensión —una, dos o cuatro fanegas— las hemos considerado motivadas por una necesidad acuciante del vendedor. El estudio de la relación contractual entre comprador y vendedor, nos ha permitido comprobar que las ventas de tierra se realizan, por regla general, libres de carga pero, la modificación del léxico empleado por el escribano a partir de 1557, parece indicar la existencia de préstamos hipotecarios sobre la propiedad territorial. La sistematización de los precios nos hizo detectar las variables influyentes que actúan como elementos en la composición del precio total.

En relación con los arrendamientos, pudimos extraer una tipología que ordenamos en cuatro grupos distribuidos en dos grandes apartados: arrendamientos de dehesas enteras y arrendamientos de tierras parceladas. El estudio evolutivo de los precios lo hemos agrupado en décadas. Salvo excepciones como los de arrendamientos del aprovechamiento del granillo, experimentan un alza a lo largo del siglo XVI. Esta elevación es más acusada en la primera mitad del siglo que en la segunda.

El examen nominal de los contratos de arrendamiento nos ha permitido señalar el fenómeno del subarriendo. En general, es la nobleza cacereña la que arrienda las dehesas a grandes ganaderos que provienen del exterior extremeño y, éstos, son quienes las subarriendan a los pequeños ganaderos o agricultores cacereños. Un segundo tipo de subarriendo es el que se produce en los arrendamientos de tierras de labor: el propietario, casi siempre un noble, arrienda una dehesa a un arrendatario que a su vez la parcela y subarrienda a convecinos. En este proceso únicamente intervienen cacereños.