Identificador persistente para citar o vincular este elemento: http://hdl.handle.net/10662/7207
Títulos: Estudio del papel de la nutrición sobre las enfermedades cardiacas e hipertensión
Autores/as: Ayuso del Puerto, María
Director/a: Aranda Medina, Emilio
Pérez Nevado, Francisco
Palabras clave: Nutrición;Dieta saludable;Dieta mediterránea;Enfermedades cardiovasculares;Colesterol;Hipertensión;Nutrition;Healthy diet;Mediterranean diet;Cardiovascular diseases;Cholesterol;Hypertension
Fecha de publicación: 2018-03-19
Resumen: Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo, junto con otras enfermedades como el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias. El número de muertes por estas enfermedades sigue en aumento, afectando tanto a personas adultas como a jóvenes. Existen diversos factores de riesgo; algunos considerados no modificables, como el sexo, la edad, la genética y la raza. Entre los modificables están los niveles de colesterol, tabaquismo, hipertensión, diabetes, obesidad y tipo de alimentación, la mayoría de ellos muy relacionados con la nutrición. Además hay factores de riesgo indirectos como el estilo de vida (el sedentarismo y/o estrés) que también influyen en la misma. Se ha demostrado el papel fundamental de la dieta en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares considerando que algunos componentes de la dieta son protectores respecto a la patología cardiovascular, mientras que otros son perjudiciales y favorecen la progresión de la aterosclerosis. La ateroesclerosis es un grave factor de riesgo cardiovascular relacionado con niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad (LDL) en sangre, vulgarmente conocido como colesterol "malo". Al encontrarse en exceso, estas moléculas una vez oxidadas, se depositan en la capa íntima arterial favoreciendo procesos inflamatorios y atrayendo a los macrófagos. Por ello, entre los objetivos comprende una ingesta de grasa total inferior al 30% del aporte energético, una ingesta de ácidos grasos saturados inferior al 10% del total de energía de la dieta y de colesterol inferior a 300 mg/día. Para la prevención de enfermedades cardiovasculares e hipertensión, es conveniente seguir unas pautas de alimentación saludable. Sin embargo, hoy día comemos cada vez peor debido a la comodidad que nos proporcionan algunas comidas rápidas, junto con el estrés del trabajo y la introducción a la vida laboral de las mujeres. Estos hábitos alimentarios que nos separan de la tradicional dieta mediterránea pueden favorecer la obesidad y como consecuencia el síndrome metabólico y las enfermedades cardiovasculares, debido a que tienen un alto contenido calórico, elevadas cantidades de sal, y alto contenido en azúcares, harinas y grasas entre otras. Al contrario que ocurre con la dieta mediterránea que es cardiosaludable y aporta antioxidantes, fibra, minerales, vitaminas, AGM, etc. Existen tratamientos diferentes para ECV e HT, siendo la nutrición parte del tratamiento dietético, dietoterapia, fundamental para mejorar la salud del paciente. Con ello, conseguimos alcanzar un peso razonable disminuyendo la masa grasa, alcanzando unos valores recomendados de LDL y HDL y disminuyendo los valores de presión sanguínea, con el fin de disminuir la mortalidad y obtener una mejora en la calidad de vida.
URI: http://hdl.handle.net/10662/7207
Colección:Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos

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