Aprender a vivir, conviviendo bien: competencia social y cívica

Abstract

Las piedras coexisten, mientras que las personas convivimos. Esta inevitable relación es fuente de posibilidades y de conflictos, es decir, dicha relación puede ser manantial de dichas y desventuras. La sociedad que nos ha tocado vivir, nos está indicando que esta relación entre seres humanos se está polarizando bastante hacia su aspecto negativo: están aumentando los conflictos de convivencia, la agresividad, el acoso escolar y extraescolar, la violencia de género, las separaciones entre parejas, la crispación, el desplome de las certezas morales, etc., produciendo todo ello unas disfunciones personales y sociales que urgen su abordaje, ya que están causando desdichas e injusticias. Como educadores y profesionales de la conducta, preocupados por la situación actual de convivencia, nos sentimos obligados a plantearnos tal realidad, preguntándonos por su raiz o causas y pensando qué se puede hacer para paliarla, en un presente, y prevenirla, en un futuro. Tal preocupación es el motivo de esta comunicación y la que nos lleva a considerar la necesidad de introducir las “competencias sociales y cívicas” en todos los niveles –formales e informales- del periodo formativo del ser humano. No sólo los niños –futura sociedad del mañana- necesitan vivirlas, aprenderlas y llevarlas a su vida, desde pequeños; también, los mayores tienen que planteárselas y actualizarlas para lograr una sociedad más digna y respetuosa, en la que la buena convivencia sea un hecho y no un mero deseo. Esta competencia social unifica saberes psicológicos y propuestas éticas, encaminado todo ello a “aprender a convivir, conviviendo bien”, lo que origina la puesta en escena de una adecuada teoría de los valores y un modelo claro de sociedad para la que estamos educando. Nos hemos centrado en la competencia social, ya que estamos convencidos que es la base y el fundamento para el desarrollo de otras competencias.

Stones coexist, while people live together. This inevitable relationship is the source of possibilities and conflicts, that is, said relationship can be a source of happiness and misfortunes. The society that we have had to live in is indicating that this relationship between human beings is becoming quite polarized towards its negative aspect: coexistence conflicts are increasing, aggressiveness, school and extracurricular bullying, gender violence, separations between couples, tension, the collapse of moral certainties, etc., producing all this dysfunctions personal and social issues that urgently need to be addressed, since they are causing misfortune and injustice. As educators and behavior professionals, concerned about the current situation of coexistence, we feel compelled to consider this reality, asking ourselves about its root or causes and thinking about what can be done to alleviate it, in the present, and prevent it, in the future. Such concern is the reason for this communication and the one that leads us to consider the need to introduce “social and civic competencies” at all levels –formal and informal- of the period formative of the human being. Not only children -future society of tomorrow- need to live them, learn them and take them into your life, from a young age; also, the older ones have to consider them and update them to achieve a more dignified and respectful society, in which good coexistence is a fact and not a mere wish. This social competence unifies psychological knowledge and ethical proposals, aimed at all to "learn to live, living well", which originates the staging of an adequate theory of the values ​​and a clear model of society for which we are educating. We have focused on social competence, since we are convinced that it is the basis and the foundation for the development of other competencies.