Bajo sospecha: conversos entre Juan de Ávila y la Compañía de Jesús

Abstract

En el siglo XVI, dos corrientes espirituales, la difundida por Juan de Ávila y la propagada por la recién nacida Compañía de Jesús mantuvieron diversos puntos de encuentro. Desde actividades y labores coetáneas y coincidentes en numerosas ocasiones en la predicación y enseñanza, ejemplos sobradamente conocidos; pasando por encuentros y contactos personales entre el propio Ávila y un significativo número de representantes de la orden jesuítica; a la existencia de una mutua y recíproca admiración que convirtió a la Compañía de Jesús en el destino de un buen número de seguidores avilistas. Por otra parte, nos encontramos ante dos corrientes sobre las que la sospecha de dar cobijo a conversos estuvo a la orden del día. La sombra de la duda siempre sobrevoló sobre los discípulos de Ávila, especialmente, sobre aquellos vinculados a la Universidad de Baeza. De hecho, varios de estos –como el propio Ávila- fueron objeto de procesos inquisitoriales, caso de Bernardino de Carleval, Gaspar de Loarte, Diego de Guzmán, Diego de Santa Cruz o Diego Pérez de Valdivia, entre otros, a los que hemos de añadir los procesos abiertos a los discípulos del maestro en Zafra y Fregenal, por citar algunos ejemplos. Nuestro objetivo será analizar dichos instantes en común, así como el recorrido y circunstancias que rodearon a los discípulos avilistas que pretendieron ingresar en la Compañía de Jesús, algunos de los cuales, a pesar de sufrir procesos inquisitoriales, realizaron brillantes carreras en el seno de la orden ignaciana.