Santa Lucía del Trampal. Nuevas claves de interpretación

Abstract

En 1980 se descubre, en el término municipal de Alcuéscar, provincia de Cáceres, un monumento aparentemente único en Europa: una basílica cristiana, con ocho bóvedas de cañón peraltadas y diez arcos de herradura aun en pie; con un trazado de planta complejo, atípico, único en Europa: según todos los estudios efectuados hasta la fecha, planta construida de una sola vez. ¿Qué la hace tan excepcional? • Una cabecera con tres ábsides, sensiblemente iguales en anchura, longitud y altura. • Los tres ábsides no están agrupados sino intencionadamente diferenciados. • Tres cimborrios, uno sobre cada uno de los cruceros que dan acceso a los ábsides. • El cuerpo de cabecera y el resto de nave no tienen relación directa, conectados por un elemento breve y estrecho. • Existen alardes estéticos y de dominio técnico. Se analiza y concluye que estas singularidades no responden a motivos funcionales, ni estructurales, ni constructivos, ni de economía de medios, ni de estilo, referidas a otras arquitecturas. Sí parecen responder de forma solvente a motivos de la simbología católica cristiana. Sin duda estas singularidades que la hacen única, sin precedentes ni consecuentes claros, han de responder a un momento histórico concreto que las justifique. Y la concreción de ese momento supone su datación.

In 1980, in the municipality of Alcuéscar, province of Cáceres, a seemingly unique monument in Europe was discovered: a Christian basilica, with eight cantilevered barrel vaults and ten horseshoe arches still standing; with a complex, atypical plant layout, unique in Europe: according to all the studies carried out to date, a one-time plant. What makes it so exceptional? • A header with three apses, substantially equal in width, length and height. • The three apses are not grouped but intentionally differentiated. • Three cimborrios, one on each of the cruise ships that give access to the apses. • The header body and the rest of the ship have no direct relationship, connected by ashort and narrow element. • There are aesthetic and technical masters. It is analyzed and concluded that these singularities do not respond to functional, structural, or constructive reasons, nor of economy of means, nor of style, referred to other architectures. They do seem to respond solvently to motives of Christian Catholic symbology. Undoubtedly, these singularities that make it unique, without precedents or clear consequences, must respond to a specific historical moment that justifies them. And the concretion of that moment implies its dating.