Marco legislativo y conceptual de la protección y conservación de los conjuntos histórico artísticos en el franquismo

Abstract

El capítulo aborda la evolución legislativa y conceptual del concepto de conjunto histórico artístico a lo largo del siglo XX y hasta el final del franquismo con el objeto de determinar los criterios de intervención recogidos en cada legislación y contrastarlos con los de los monumentos. El interés por la figura tutelar de conjunto histórico artístico se incrementa especialmente a partir del segundo franquismo o período del desarrollismo, entre 1959 y 1975, aumentando el número de declaraciones en las décadas de los sesenta y setenta. Extremadura se convertirá en una de las regiones con más declaraciones sólo por detrás de Castilla León y Andalucía. Por regla general, después del proceso de declaración de un conjunto histórico artístico, la administración franquista acometía un número considerable de obras en el mismo con el interés puesto en convertirlo en polo de atracción turística. Los primeros conjuntos histórico artísticos extremeños se declararon en la provincia de Cáceres: Guadalupe 1943, Cáceres 1949, Plasencia 1958, Cuacos de Yuste 1959, Trujillo 1962, Hervás 1969, Valverde de la Vera 1971. Los conjuntos histórico artísticos de la provincia de Badajoz comenzaron a reconocerse en la década de los sesenta: Olivenza 1964, Zafra 1965, Llerena y Jerez de los Caballeros 1966 y Feria 1970. La Dirección General de Bellas Artes fue la que mayor número de actuaciones emprendió en todos ellos. Pero también la Dirección General de Arquitectura, en cuyos proyectos se observan los mismos criterios de intervención que Bellas Artes empleaba en los monumentos. Se analizan las intervenciones de Trujillo, contextualizadas en su marco tutelar para argumentar las conclusiones de este estudio.

The chapter addresses the legislative and conceptual evolution of the concept of historical-artistic complex throughout the 20th century and until the end of the Franco regime with the aim of determining the intervention criteria included in each legislation and contrasting them with those of the monuments. Interest in the guardian figure of historical-artistic ensembles increases especially from the second Franco era or period of developmentalism, between 1959 and 1975, increasing the number of declarations in the sixties and seventies. Extremadura will become one of the regions with the most declarations only behind Castilla León and Andalusia. As a general rule, after the process of declaring a historic-artistic complex, the Franco administration undertook a considerable number of works on it with the interest of turning it into a tourist attraction. The first historical-artistic complexes of Extremadura were declared in the province of Cáceres: Guadalupe 1943, Cáceres 1949, Plasencia 1958, Cuacos de Yuste 1959, Trujillo 1962, Hervás 1969, Valverde de la Vera 1971. The historical-artistic complexes of the province of Badajoz began to be recognized in the sixties: Olivenza 1964, Zafra 1965, Llerena and Jerez de los Caballeros 1966 and Feria 1970. The General Directorate of Fine Arts was the one that undertook the greatest number of actions in all of them. But also the General Directorate of Architecture, in whose projects the same intervention criteria that Fine Arts used in monuments are observed. Trujillo's interventions are analyzed, contextualized in his guardianship framework to argue the conclusions of this study.